La entrega de los Premios Sur 2024, organizados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Argentina, se llevó a cabo en la fría noche del lunes en el Teatro Politeama, ubicado en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires. Durante su desarrollo se premió lo mejor de la reciente producción nacional, con reconocimientos en varias categorías para el gran éxito del cine de terror Cuando acecha la maldad de Demián Rugna;Blondi -el debut de Dolores Fonzi como directora-, Puan (protagonizada por Marcelo Subiotto y Leonardo Sbaraglia) y Los Delincuentes, de Rodrigo Moreno.
Sin embargo, el momento central de la noche ocurrió cuando Ricardo Darín -sin dudas, la gran estrella del cine argentino- subió al escenario para recibir un premio a la trayectoria. Luego de bromear un poco sobre la formalidad del título del premio (”no es un homenaje post mortem, cosa que me cae muy bien… Que también podría haber ocurrido, digamos todo”, dijo entre las risas del público), dijo “me tomé el atrevimiento, por primera vez en mi vida, de esbozar algo en el papel”.
A continuación, leyó un breve discurso que sentó su posición sobre el momento que vive el cine argentino, en medio de la polémica que invade al sector por las medidas de reestructuración en su política de subsidios que decidió la nueva conducción del INCAA, presidido por el economista Carlos Pirovano, e impulsadas desde el gobierno nacional por el Ministerio de Desregulación y Modernización del Estado a cargo de Federico Sturzenegger.
“Nuestra actividad y la cultura en general están atravesando un momento de crisis, que yo sé el tiempo se va a encargar de corregir. El tiempo y nosotros, eso espero. De la mano de cierto desdén hacia nuestro trabajo, anda flotando la idea descabellada de que la cultura general no merece ni necesita incentivos y aportes estructurales. Es raro, porque nuestra gente se ganó la admiración del mundo entero a fuerza de talento. Ese valor agregado que de todas partes del mundo vengan a realizar sus producciones acá. No hace falta recordar que nuestra actividad genera miles de trabajos y divisas, tan importantes en estos momentos”.
“Estamos seguros de que se puede gestionar mejor, con idoneidad y transparencia. El arte es uno de los grandes aportes a nuestra economía y como toda actividad económica necesita inversión. Esa misma inversión que provocó la excelencia en todos los rubros de la producción audiovisual argentina. Es una gran oportunidad, no la dejemos pasar. Tal vez sea la última. Menos cultura, menos arte, menos cine, menos educación, no es una buena ecuación a futuro. Eso ya lo vimos”, concluyó el actor, cuyas palabras fueron coronadas por una gran ovación de pie, de todos los presentes en la platea del Politeama.